Desdichado
en el destino
Recuerdos
, memoria , grandeza sin placer
Anochecer
sin días , nocturna osadía
lidiando de
tu mano fría y blanca
Odiando lo
real , cuando solo toco tu altar
Vos mágica
, eterna juventud
Tus lagrimas
en polvo se convirtieron
Cuando el
amor supo que no era eterno
Desdoblases
tu daga sobre el pecho virginal
Lamiendo restos
de agonía sin parar
Enterraste
tu pelo en mis pupilas
Ceguera acompañada
de placer
Y una rosa
seco en el instante
Los muertos
alaban ahora
Estrellas
muertas hoy
Tu memoria
perdió consuelo
Mi cuerpo
fúnebre se convirtió
Blanco como
niebla
La muerte
bailando con ella
Viento corre
por mis arterias
Tiniebla sutil
y estética
Morí
soñando con una rosa seca